Inicia la participación tuza en el Clausura 2011 y aunque ha pasado ya medio año, el Dèjá vuh se encuentra presente.

Justo en el pasado Apertura 2010, Pachuca inició de forma similar: triunfo esperanzador contra América, empate contra los diablos en partidos que parecía merecer más la causa blanquiazul, y sin embargo hace medio año la debacle comenzó contra Santos después de una goleada de 3-0 en el Hidalgo, donde la delantera lagunera exhibió de fea forma a la zaga tuza. Una semana después de ese desafortunado encuentro, vino otro igual o peor: goleada contra Cruz Azul que trajo como consecuencia la “renuncia” (que a todas luces fue despido) de Rivarola. Y si somos sinceros, las críticas a la directiva no eran por cortarlo, sino por haberse tardado en apariencia de más en hacerlo.

Hoy las cosas tienen una similitud un poco inquietante. En cuanto a resultados, funcionamiento, capacidad y eficacia del entrenador.

Los resultados han sido, como ya recordamos, los mismos. El equipo ilusiona de forma moderada. El funcionamiento aun no es el óptimo, existiendo cierta duda por jugadores que se encuentran fuera de su posición natural y aunque han hecho buen papel en términos generales, no terminan de verse cómodos. También porque la ofensiva parece un poco chata. Habría que esperar que encuentren el gol y conjunción principalmente los atacantes, y que la defensa siga siendo sorprendentemente sólida.

Con respecto a Marini, en ocasiones se parece demasiado a Rivarola. Parece tener un buen plantel con el que no sabe exactamente qué hacer. Inventa de más, hace cambios que desordenan al equipo y con todo y que no se ha perdido, nadie podría garantizar resultados en los partidos que siguen y mucho menos asegurar su continuidad por lo que resta.

Por lo comentado y las circunstancias particulares, no me queda duda que Pachuca tendrá su prueba de fuego en Torreón este sábado. Una plaza que históricamente se le dificulta a los Tuzos (sin embargo ahora sin el asedio asfixiante que significaba la gente en el viejo estadio Corona, y sin el clima extremo de las 4 de la tarde en aquellas tierras), un rival que cuenta con elementos de gran peligro y que han hecho mucho daño a la meta blanquiazul en anteriores ocasiones… y un equipo hidalguense del que no es posible dar una evaluación certera aun por ser muy joven el torneo, así como por necesitar un poco más de tiempo para que los refuerzos se empiecen a notar.

Después de este sábado creo que tendremos un panorama más claro de las expectativas y potencial real de Pachuca.