Pachuca ha tenido sin duda alguna uno de los torneos más complicados que se recuerde de unos años a la fecha. Y es que para saber el nivel de exigencia de un equipo resulta indispensable voltear a ver lo conseguido y los recursos con los que actualmente cuenta (en todos sentidos, pero especialmente humanos). En este último aspecto es en lo que me quiero centrar el día de hoy.

La institución blanquiazul es un equipo con amplio crecimiento de 11 años a la fecha, sin embargo nunca ha estado (ni aparentemente estará) en la opulencia. Los recursos económicos que manejan equipos como Tigres, América e incluso Monterrey o Cruz Azul parecen muy lejanos al mediano presupuesto tuzo. Pero creo que hemos sido en general muy duros con ciertas decisiones directivas, a veces muy equivocadas y otras bien intencionadas pero que desafortunadamente no han «cuajado».

Aun son muchos los aficionados que añoran a los integrantes del equipo que llamo la «generación dorada». Para no mencionarlos uno a uno, digamos que son quienes lograron la consecución de la Copa Sudamericana, incluyendo al DT. Y podemos polemizar al respecto, pero si de algo habría que estar muy conscientes es que hubo momentos buenos y malos también en ese equipo. Y que todo resulta cíclico y un día tenían que irse. Puedo confirmar que todos y cada uno de los que emigraron fue porque así lo decidieron e incluso a veces lo pidieron. Nadie fue literalmente «corrido». Y respecto a los que llegaron e incluso hoy tenemos en el equipo aparentaría que han sido buenas intenciones sin resultados esperados.

El equipo trajo a Braulio Luna esperando que conservara el nivel que tenía en San Luis donde era motor, referente e incluso apenas la temporada pasada se cuestionaba su exclusión de la lista final de seleccionados para Sudáfrica. Luna está en un nivel terrible.

Se trajo a Manso intentando que fuera el conductor y principal referente creativo del equipo. ¿Cómo no recordar el Mundial de Clubes aquel donde Liga Deportiva de Quito derrotó a los tuzos y Damián fue uno de los mejores del cuadro ecuatoriano? Y por ahora, Manso ha sido irregular.

Respecto a uno de los añejos problemas del futbol mexicano: la contundencia. Sin exagerar, y es que a veces no nos damos cuenta, Pachuca tiene a 4 delanteros que por lo hecho en sus anteriores equipos, me atrevo a decir que cualquier equipo de América y varios de Europa los querrían: Benítez como goleador, seleccionado e interesante prospecto del futbol paraguayo; Cvitanich como ex-jugador del Ajax holandés y casi seleccionado croata (oportunidad que por situaciones de reglamento de FIFA no se concretó, pero ya era prácticamente un hecho); Arizala como subcampeón goleador y figura del futbol colombiano; Gómez como campeón de goleo del futbol mexicano en el pasado torneo y buen papel como seleccionado estadunidense. Entonces y como podemos darnos cuenta, calidad en estos jugadores existe. No se contrató a ciegas, ni a mediocres o desconocidos. Sencillamente hay veces las cosas no andan y lo anterior junto con innegables errores directivos tales como la inexperiencia del DT anterior y la incertidumbre del actual, colocan a Pachuca en una situación comprometida.

Pero creo que una de las necesidades apremiantes y ya indispensables era lograr un triunfo bajo la «era Marini». Se logró con dificultad, pero se logró.  A partir de ahora creo y espero que se pueda retomar confianza y que los jugadores se den cuenta de sus potencialidades y las pongan al servicio del equipo tal y como lo hicieron en otras instituciones.
Si logran asimilar y llevar a cabo lo mencionado, junto con la benevolencia de calendario que le resta a Pachuca de las jornadas 10 a 17, podríamos ver una recuperación tuza que raye en el límite de lo milagroso. Esperemos así sea.

Gopher.