La pregunta del millón. ¿Será que en verdad es hora de retirar la malla ciclónica del Estadio Hidalgo?

Nada fácil la respuesta.

Me gustaría empezar por manifestar mi inconformidad por los comentarios llenos de ignorancia y mala fe contra Pachuca por parte de López Dóriga (ayer en el noticiero) junto con algunos otros periodistas y pseudo-periodistas que no se cansan de asegurar que Pachuca tiene la «culpa» de que existan mallas, barras y violencia en México. Independientemente de estar o no de acuerdo con estos grupos de animación, si viene cierto que Pachuca fue pionero en el país, las mallas ya existían desde mucho antes! Así como la violencia también.

Contadas han sido las ocasiones en donde algún grupo de apoyo tuzo ha sido partícipe de grescas dentro del estadio como sí ha ocurrido (en sus propios estadios) con ciertos trogloditas americanistas, universitarios, regiomontanos, etc. El sábado hubo hechos violentos. Condenables, sí, pero FUERA del Estadio… lo que los convierte en asunto de Seguridad Pública Municipal o Estatal, no de responsabilidad del Club. Afirmar que por traer las barras Pachuca impulsó la violencia es tanto como culpar a los ingleses de muchos divorcios en México por haber traído el futbol al país.

Regresando al tema, sé que muchos lo podemos considerar como una necesidad para seguir vigentes en la modernidad y el respeto al rival que debe existir en cualquier estadio de futbol. El tema es actual luego de que el Estadio Corona del Santos retiró dicha malla y aun con la mala fama de esa afición, hay que reconocer que el comportamiento que tuvieron fue adecuado. Y ahora para el partido del día sábado entre las Selecciones de México y El Salvador también dejará de haber malla en el 80% del perímetro del terreno del Estadio Azteca. Únicamente permanecerá en el área donde se ubican las porras del América en el torneo de Liga.

Ahora, recordemos que luego de la remodelación del Hidalgo quedaron proyectos pendientes y se mencionó que a la brevedad quedarían concluidos. Dos ejemplos de lo anterior son el «Mundo del Futbol» (Museo Interactivo, atrás de la zona Norponiente, en la estructura color naranja) y la colocación de acrílico transparente que sustituiría a la reja metálica. Ambas quedan pendientes, ya que aun y cuando se han hecho obras sorprendentes en los terrenos de la Universidad del Futbol, creo que todavía hay más por hacer con el coso del Blvd. Felipe Ángeles.

Ahora, analizando. ¿Visibilidad? Es buena aun con la malla! Claro que sin ella sería mucho mejor. ¿Apariencia? Claro, ahí no hay mucho que decir. Sin el enrejado sería superior. ¿Seguridad? Tal vez es el único punto de «pero». Desafortunadamente los vetos más recientes en el Futbol Mexicano los ha sufrido Pachuca por culpa de 2 inadaptados que lanzaron objetos contra un jugador cruzazulino y un árbitro auxiliar (este último nunca se aclaró fehacientemente. El juez decía que era un hielo, pero en el estadio solo se permite Hielo Frappé!! Al parecer con la confusión se pegó con una cámara de TV… aunque el veto procedió) provocando con esto 1 partido sin público en cada una de las 2 ocasiones. Para pensarse. Y peor cuando vienen pseudo aficionados de ciertos equipos ya conocidos por todos que actuan como poseídos por lucifer.

Ahora, mi punto de vista es que Pachuca debería dar ese paso importante. Habrá que buscar (y encontrar) la manera de convencer a la afición tuza de no perjudicar al equipo y que se evite arrojar cualquier objeto, además de tácticas policiales para custodia y control de las aficiones visitantes. Porque quitar malla de una parte solamente o poner acrílico en ciertas zonas, me parecería una desagradable y antiestética discriminación. Confío en que la afición tuza está lista para que se le de esa confianza por parte de la directiva y de paso mantener el inmueble como uno de los mejores y más modernos del país.

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